Entre brindis, recuerdos y planes para el año que comienza, hemos compartido la misiva del disquisidor Arrillaga con mucha emoción y no menos alegría.
Para difundir este mensaje de capital importancia para el futuro de catalanes, polacos, patafísicos y allegados, decidimos hacerlo de modo científico, en una prueba que no sólo haría llegar a todos el mensaje llegado del niaepba, sino que a la vez crearía uno nuevo que sería remitido a la central porteña en señal de agradecimiento. El método elegido fue "el teléfono" (así se le denomina en patalunya al porteño "teléfono descompuesto").
Fue así que sentados en una mesa, unidos por la pasión por el des-conocer, nos dimos a la propagación. Dividiendo la misiva en tres partes iguales, se fue distribuyendo el mensaje entre los comensales a la vez que se fue creando el contra-mensaje.
La alegría y el gozo fue sin fin.
Después de que bebiésemos y comíesemos copiosamente, nos perdimos por el barrio de gracia cada uno en búsqueda de su hogar y de la soledad necesitaria para poder meditar semejante acontecimiento.
El nuevo mensaje fue apuntado meticulosamente para poder ser reenviado al niaepba.
Este es una muestra del resultado.
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